El presidente Gabriel Boric, expresando su preocupación por una reciente caída en el apoyo público a la nueva constitución de Chile, ha pedido acuerdos más amplios y confrontar las dudas sobre la nueva carta de forma directa.
Los datos de encuestas recientes que muestran la creciente desconfianza de la población en la Convención Constituyente son una «llamada de atención», dijo Boric a los periodistas el martes durante una visita oficial a Argentina. Agregó que conoce a personas que inicialmente respaldaron una nueva carta en el referéndum de 2020 y ahora tienen dudas sobre el proceso.
«Estamos preocupados», dijo Boric a los periodistas. “Queremos unir a la gente, queremos convencer. Todos tenemos un papel que desempeñar y, por supuesto, lo haremos”.
Sus comentarios se producen después de que una encuesta publicada esta semana mostrara que más personas están dispuestas a rechazar en lugar de aprobar una nueva carta por primera vez. La Convención Constitucional, que tiene hasta julio para producir un borrador, ha recibido críticas sobre propuestas radicales sobre temas que incluyen los derechos de propiedad y el medio ambiente. Boric siempre ha respaldado la institución y su autonomía.
El gobierno chileno confirmó esta semana que los ciudadanos votarán en un referéndum obligatorio el 4 de septiembre para aprobar o rechazar la nueva constitución, que pretende reemplazar la promulgada en 1980 por el régimen del dictador Augusto Pinochet.
El país está atravesando un cambio profundo desde un levantamiento social contra la desigualdad en 2019 que dejó decenas de muertos, sacudiendo la economía y la clase política. Boric estuvo entre los que respaldaron las manifestaciones y prometió deshacer el modelo económico neoliberal constitucionalmente protegido de Chile, al que se le atribuye la riqueza relativa del país pero se le culpa por su desigualdad social profundamente arraigada.
Las protestas de 2019 llevaron a un referéndum en 2020 en el que los chilenos votaron abrumadoramente a favor de cambiar la constitución.
Esto condujo a elecciones en mayo de 2021 para 155 miembros de la Convención Constituyente encargados de redactar una nueva ley fundacional. El organismo electo, mayoritariamente de tendencia izquierdista, comenzó a trabajar en el texto en julio del año pasado.
El martes, el gobierno de Boric dijo que los chilenos votarán la nueva constitución el 4 de septiembre.
La fecha es simbólica en Chile: era la fecha tradicional de las elecciones presidenciales hasta el golpe de Estado que derrocó al líder socialista Salvador Allende en 1973 e introdujo casi dos décadas de brutal dictadura.
Unos 15 millones de votantes elegibles tendrán dos meses para sopesar el texto propuesto antes de dejar su huella en septiembre, dijo el gobierno.
– TIEMPOS / BLOOMBERG / AFP
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